9/27/2010

Corriendo...

Corro lo más rápido que puedo a través de mis memorias, a través de mis miedos, a través de las mentiras, a través de todo lo que invade mi mente cada vez que veo lo inevitable.
Tengo el corazón atiborrado de palabras, ahogado en gritos que no salen por miedo...y con los gritos se ahoga mi esperanza, se ahogan mis certezas...me ahogo toda entera.
Me perdí en esos ojos ambarinos, en esa sonrisa que me deja sin aliento, me perdí en el calor de los besos más dulces que he probado...y ahí perdida como estaba, sentí un balde de agua helada en la espalda...aun con la tibieza de su abrazo, el frío se me pego a los huesos, se me quedó en la piel; y los besos ya no eran tan dulces, y me abandonó el sueño, de cuando en cuando se esconde mi sonrisa y paso horas en su búsqueda...a veces no la encuentro en varios días.
Ahora, sentada aquí escribiendo estas lineas inconexas, mascullando el sabor amargo que me deja una presencia, me bombardeo de su aroma, me lleno de su risa, reproduzco el calor de su pecho...con la esperanza ciega de saberlo aquí, protegiéndome como siempre, queriéndome como nadie, mirándome como solo esos ámbar pueden hacerlo.
Mientras corro acelerada entre estas miles de imágenes, asimilo los días que han pasado, y me invade ese deseo loco de que no acaben jamás, ese deseo quinceañero de poder reflejarme para siempre en su mirada, de sentir su aliento hasta que ya no pueda respirar, de tener el calor de sus manos y su cara hasta que mi piel ya no sienta nada, ganas de escuchar su voz y su risa, hasta que mis oídos dejen de oír...y recuerdo que para eso...se necesitan dos deseos y no uno.

En la loca carrera de pensar, mi mente se adormece, y mi estomago se contrae, me invade una sensación de cosquilleo...mi pulso se acelera; si, mañana es otro día...y en ese día estará él...mañana. Aqui recuerdo por qué lo quiero, aquí descubro que se me hace pequeña esa palabra; ya no describe esto que siento, ya la reemplazó otra palabra...pero esa...esa me da miedo usarla...

Ahora...aqui...descubro que es justo aquello que quería, que buscaba y que no podía encontrar...es mi ala faltante...aquella que debía encontrar para volar...es...el motivo por el cual caí en la cuenta...de que no sé nada, de que nunca he sentido muchas cosas que creía conocer...

8/02/2010

Divagando en ti...

De pronto, cuando no estaba poniendo atención a mi mundo, apareciste y desordenaste mi desorden, apagaste mis oscuridades para encender luces extrañas. Me abandonó la poesía y me llené de una prosa rara, con imágenes de ti. Llevo horas tratando de escribir algo, de botar un poco de esto que me llena, para no ahogarme de felicidad de tenerte, para no hundirme en esta nostalgia de saberte lejos. Este cuarto se me hace enorme y a la vez me asfixia, y me doy una noticia de último momento....no hay otro lugar a donde ir, por que todos los lugares son iguales...en ninguno de ellos estas tú.

He analizado mis heridas, y reirás al saber que...ya casi no encontré ninguna, las que más dolian se han ido.

A veces en mis momentos de música fuerte, pareciera que puedo percibir tu olor en mi piel, esta en el aire, no lo sé, pero me siguió hasta aquí, y si cierro muy fuerte los ojos, se que estará ahi, si cierro fuerte los ojos puedo sentir tus manos en mi cara, en mi espalda, puedo sentir tu aliento en mi cuello, puedo escuchar tu risa, puedo ver tus ojos cuando se quedan mirandome, hasta puedo sentir la fuerza de tus brazos cuando me apretas contra tu pecho.

Me preguntaba cómo hacias para enamorarme asi, me preguntaba cómo lograbas que te extrañe tanto, cómo sanabas mis heridas, y me respondi que fue en ese descuido de mi vida, en ese momento preciso en que bajé los brazos y dejé de mirar, en el momento en que le grité al cielo que me rendia, cuando me dije no más heridas, no más tristeza, no más arriesgarme por nada, ahi, cuando buscaba la manera de borrar el camino que llevaba hasta mi, tu pasaste corriendo, te escapaste cuando traté de sacarte, burlaste todas las barreras y de pronto, aparecimos aquí, de pronto y de sorpresa me vi contigo sin poder estar sin ti.


5/14/2010

Ámbar...

Endulzándome la piel con tu olor,
estrechando mi mirada para ver la amplitud de la tuya,
ampliando mi sonrisa para que congenie contigo.
Me agrada sentir el calor de tus manos,
me estremece abrazarme a tu espalda...
y caer en la cuenta de que eres tan real,
tanto que no puedo imaginarlo,
tanto que me estupidizo,
tanto que no pienso en otra cosa,
que no sea en tu ojos ámbar,
en tu boca, en tus manos, en tu olor.
Tengo la textura de tu pelo ruloso,
anclada en mis dedos sin remedio,
tengo el sabor de tu boca grabado en la mía,
tengo tu risa resonando en mis oídos.