Tengo grabada en mi memoria una mirada, una entre tantas que le dirigiste en cuanto nos encontramos...se me quedo grabada en la sangre la ira que me invadió, se me grabó en la piel el sabor amargo de tu mirada. Si, amargo, eso fue lo que botaron tus ojos por mirarla y no tenerla, mirarla y no poder correr a abrazarla, mirarla, desde lejos...mirarla a ella y tenerme a mi...
Se me fijo con fuego la intensidad de tus recuerdos, el peso que caia en tus hombros cada segundo que estuvo cerca y no pudiste acercarte...se me clavo en el corazón la ausencia de tu voz al responderme, me dolio en el alma que no fueras capaz de mirarme a los ojos, y que buscaras los suyos con tanta insistencia.
Y mientras me consumo en este dolor de ya no tenerte, en este dolor de haberte perdido, de mirarte y no verte, de tocarte y no sentir mas que dolor, mientras me hablas desde lejos mientras me abrazas...mientras sienot tu aliento, mientras finges...me pregunto, en que estaba pensando cuando me deje llevar por esto, en que momento empece a engañarme y acreer que esto era real...cuando siempre estuviste a un par de calles mas alla, camino hacia la costa...
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