Miradas delatoras

Tengo grabada en mi memoria una mirada, una entre tantas que le dirigiste en cuanto nos encontramos...se me quedo grabada en la sangre la ira que me invadió, se me grabó en la piel el sabor amargo de tu mirada. Si, amargo, eso fue lo que botaron tus ojos por mirarla y no tenerla, mirarla y no poder correr a abrazarla, mirarla, desde lejos...mirarla a ella y tenerme a mi...

Se me fijo con fuego la intensidad de tus recuerdos, el peso que caia en tus hombros cada segundo que estuvo cerca y no pudiste acercarte...se me clavo en el corazón la ausencia de tu voz al responderme, me dolio en el alma que no fueras capaz de mirarme a los ojos, y que buscaras los suyos con tanta insistencia.

Y mientras me consumo en este dolor de ya no tenerte, en este dolor de haberte perdido, de mirarte y no verte, de tocarte y no sentir mas que dolor, mientras me hablas desde lejos mientras me abrazas...mientras sienot tu aliento, mientras finges...me pregunto, en que estaba pensando cuando me deje llevar por esto, en que momento empece a engañarme y acreer que esto era real...cuando siempre estuviste a un par de calles mas alla, camino hacia la costa...

De pronto me encontré sintiendo que algo esta mal, que algo se salió de su lugar, que un sabor dulce se extingue...de pronto me encontré sintiendo una amargura que me invade el alma. De pronto veo que el brillo ya no lo es tanto, y que las palabras no valen lo que antes, de pronto me encuentro preguntandome que hago aqui. De pronto la música ya no me parece alegre, y la bachata ya no me sabe a jolgorio, ahora me sabe a lágrimas.

En algun momento volvi a refugiarme en tu pequeño abrazo para no rendirme, en algun momento perdi la ruta de este camino que me llenaba de soles, y ahora, aqui sentada, el día parece más sombrio, el invierno me parece más helado y la lluvia dejo de ser hermosa, para transformarse en unos deseos incontrolables de dormir tan agresivamente como las gotas que golpean mi techo sin parar.

Y es que la costumbre hace estragos en los dias, y es que las palabras no valen de nada si no se acompañas de acciones, los abrazos se vuelven vacios si no se dan con suficiente pasión, y los besos pierden la dulzura cuando los acompaña el compromiso y la razón.

En algun momento comenzó a dormirse esta luz que llenaba mis dias, en algun momento el cansancio se extendió por mi cuerpo y llego hasta las miradas furtivas, hasta los detalles ausentes, hasta las caricias sin sentido...hasta las sonrisas que no sonrien.

Y miro alrededor y veo ojos, risas, labios que gesticulan y no dicen nada, esa mirada desilucionada y esa otra, que esta perdida y hace mucho no viene por aqui.

En algun momento, se me ocultó el sol, en algun momento, esto se volvió plano y amargo, en algun momento, no sé en cuál...ya nada fue lo mismo.

Me cansé

En algun momento de la vida tenía que cansarme ¿o no?

Se me cansaron los dedos de escribir mensajes que nunca fueron respondidos, se me cansó la garganta de tanto gritar sus nombres del otro lado de la calle, para recibir de respuesta una sonrisa llena de falsa amabilidad y una tenue seña con la mano, seguido de una media vuelta y la inmediata desaparición a paso rápido.

Me cansé de llamar para escuchar un buzón de voz, o en el mejor de los casos un "yo te llamo" o "otro dia te veo"

Me cansé de esperar a que en algun momento recuerden que alguna vez formamos parte de algo, que una vez eramos uno solo, que en algun momento decidimos ser amigos.

Me cansé de tratar de mantenerme en sus vidas, me cansé de que no se valore un tesoro como el que entregué en encargo, que confié para que fuera alimentado en el camino de la vida.

Me aburri de ser la que busca, la que llama, la que escribe, la que dice te quiero primero...la que extraña.

Ni siquiera pedia toda su atención, ni siquiera queria todas sus horas, ni todos sus abrazos, ni llenar sus dias, ni ser la más importante...queria compartir nuestras alegrias y tristezas, que nos sostuvieramos ante la caida...por último, un abrazo cariñoso, un "hola, cómo estas", que albergara algo de ese cariño que una vez crei que había.

Ahora...a veces, cuando miro atras, veo que quiza nunca fui lo suficientemente buena, ni lo suficientemente inteligente para estar entre ustedes.

Me duele darme cuenta de que al final, la unica a la que le preocupa esto es a mi, que a muchos de ustedes esto ni les llegará, que muchos de ustedes ni siquiera lo leeran, que la gran mayoria no se detendrá a reflexionar...

Veo caminar a mi hija alrededor mio, reirse y bailar con la música que suena en el aire, la miro y me doy cuenta de que, a veces uno entrega regalos preciosos a personas que no lo merecen, o que simplemente no son las correctas, este es nuestro caso.

Me duele, y me dolerá por largo tiempo supongo, por que las grandes heridas no se cierran de un día para otro, el cariño no se borra asi no mas...no cuendo es profundo...como el que yo siento por ciertas personas, que salieron de mi vida por propia voluntad, y que desearia estuvieran aun...

Pero como dicen ahora...ya fue...las esperas tampoco son eternas...y suele valorarse lo que se tenia cuando ya no esta...quizá cuando lean esto vuelvan...ya no importa si lo hacen o no...la confianza y el cariño...aunque duela...ya no es el mismo...nada es igual...

Corriendo...

Corro lo más rápido que puedo a través de mis memorias, a través de mis miedos, a través de las mentiras, a través de todo lo que invade mi mente cada vez que veo lo inevitable.
Tengo el corazón atiborrado de palabras, ahogado en gritos que no salen por miedo...y con los gritos se ahoga mi esperanza, se ahogan mis certezas...me ahogo toda entera.
Me perdí en esos ojos ambarinos, en esa sonrisa que me deja sin aliento, me perdí en el calor de los besos más dulces que he probado...y ahí perdida como estaba, sentí un balde de agua helada en la espalda...aun con la tibieza de su abrazo, el frío se me pego a los huesos, se me quedó en la piel; y los besos ya no eran tan dulces, y me abandonó el sueño, de cuando en cuando se esconde mi sonrisa y paso horas en su búsqueda...a veces no la encuentro en varios días.
Ahora, sentada aquí escribiendo estas lineas inconexas, mascullando el sabor amargo que me deja una presencia, me bombardeo de su aroma, me lleno de su risa, reproduzco el calor de su pecho...con la esperanza ciega de saberlo aquí, protegiéndome como siempre, queriéndome como nadie, mirándome como solo esos ámbar pueden hacerlo.
Mientras corro acelerada entre estas miles de imágenes, asimilo los días que han pasado, y me invade ese deseo loco de que no acaben jamás, ese deseo quinceañero de poder reflejarme para siempre en su mirada, de sentir su aliento hasta que ya no pueda respirar, de tener el calor de sus manos y su cara hasta que mi piel ya no sienta nada, ganas de escuchar su voz y su risa, hasta que mis oídos dejen de oír...y recuerdo que para eso...se necesitan dos deseos y no uno.

En la loca carrera de pensar, mi mente se adormece, y mi estomago se contrae, me invade una sensación de cosquilleo...mi pulso se acelera; si, mañana es otro día...y en ese día estará él...mañana. Aqui recuerdo por qué lo quiero, aquí descubro que se me hace pequeña esa palabra; ya no describe esto que siento, ya la reemplazó otra palabra...pero esa...esa me da miedo usarla...

Ahora...aqui...descubro que es justo aquello que quería, que buscaba y que no podía encontrar...es mi ala faltante...aquella que debía encontrar para volar...es...el motivo por el cual caí en la cuenta...de que no sé nada, de que nunca he sentido muchas cosas que creía conocer...

Divagando en ti...

De pronto, cuando no estaba poniendo atención a mi mundo, apareciste y desordenaste mi desorden, apagaste mis oscuridades para encender luces extrañas. Me abandonó la poesía y me llené de una prosa rara, con imágenes de ti. Llevo horas tratando de escribir algo, de botar un poco de esto que me llena, para no ahogarme de felicidad de tenerte, para no hundirme en esta nostalgia de saberte lejos. Este cuarto se me hace enorme y a la vez me asfixia, y me doy una noticia de último momento....no hay otro lugar a donde ir, por que todos los lugares son iguales...en ninguno de ellos estas tú.

He analizado mis heridas, y reirás al saber que...ya casi no encontré ninguna, las que más dolian se han ido.

A veces en mis momentos de música fuerte, pareciera que puedo percibir tu olor en mi piel, esta en el aire, no lo sé, pero me siguió hasta aquí, y si cierro muy fuerte los ojos, se que estará ahi, si cierro fuerte los ojos puedo sentir tus manos en mi cara, en mi espalda, puedo sentir tu aliento en mi cuello, puedo escuchar tu risa, puedo ver tus ojos cuando se quedan mirandome, hasta puedo sentir la fuerza de tus brazos cuando me apretas contra tu pecho.

Me preguntaba cómo hacias para enamorarme asi, me preguntaba cómo lograbas que te extrañe tanto, cómo sanabas mis heridas, y me respondi que fue en ese descuido de mi vida, en ese momento preciso en que bajé los brazos y dejé de mirar, en el momento en que le grité al cielo que me rendia, cuando me dije no más heridas, no más tristeza, no más arriesgarme por nada, ahi, cuando buscaba la manera de borrar el camino que llevaba hasta mi, tu pasaste corriendo, te escapaste cuando traté de sacarte, burlaste todas las barreras y de pronto, aparecimos aquí, de pronto y de sorpresa me vi contigo sin poder estar sin ti.

Ámbar...

Endulzándome la piel con tu olor,
estrechando mi mirada para ver la amplitud de la tuya,
ampliando mi sonrisa para que congenie contigo.
Me agrada sentir el calor de tus manos,
me estremece abrazarme a tu espalda...
y caer en la cuenta de que eres tan real,
tanto que no puedo imaginarlo,
tanto que me estupidizo,
tanto que no pienso en otra cosa,
que no sea en tu ojos ámbar,
en tu boca, en tus manos, en tu olor.
Tengo la textura de tu pelo ruloso,
anclada en mis dedos sin remedio,
tengo el sabor de tu boca grabado en la mía,
tengo tu risa resonando en mis oídos.

Catarsis

Siento que redescubrí que nunca te olvide,
que seguí amándote siempre hasta ahora.
Te vi y sentí ese cosquilleo quince añero,
esos nervios adolescentes...y en plena adultes.
Tantas cartas escritas a la nada,
cuando te convertiste en mi nada.
Huí de ti, de tu recuerdo, de nuestro futuro,
de tus fotos, de mis ojos.
Escape de Pedro Aznar y Demian Rice,
escape de las 6 de la tarde
de los viernes sola en mi cama.

Mientras escribo para sacarme esto del pecho,
el profesor habla de Unamuno,
de su poesía catártica,
de descargas ante un papel...

Hoy te vi...
y redescubrí lo ya redescubierto tantas veces...
Eres el gato mas hermoso
en la triste vida de una gata solitaria...
que llora sobre un tejado...cada noche,
mirando las mismas estrellas que tu miras desde tu tejado
en medio del campo...y cerca de la ciudad.